Síntomas de la Vista Cansada

La presbicia, o vista cansada, es un problema visual que podemos considerar completamente natural. Esto suele pasar, normalmente, a partir de los 40 años, y va avanzando progresivamente hasta llegados los 60 o 65, momento en el que se estabiliza.

La presbicia, o vista cansada, es un problema visual que podemos considerar completamente natural. Con el paso de los años, el cristalino pierde parte de su elasticidad, y esto ocasiona que le cueste más enfocar sobre los objetos que se encuentran a poca distancia del ojo.

Esto suele pasar, normalmente, a partir de los 40 años, y va avanzando progresivamente hasta llegados los 60 o 65, momento en el que se estabiliza.

Si tienes alguna duda a este respecto, porque notes que tu vista ya no es como la de antes, a lo mejor se debe a que ya estás pasando por los primeros síntomas. Aquí, vamos a explicarte cuáles son éstos, para que puedas identificar de un modo más preciso si tus ojos están comenzando a padecer presbicia y puedas acudir a un óptico que te prescriba unas lentes adecuadas que solucionen tus problemas de visión.

¿Cuáles son los síntomas de la presbicia?

Uno de los primeros síntomas de la presbicia es la necesidad de mayor cantidad de luz para poder leer correctamente. Aunque nunca es recomendable leer con poca luz, porque se fuerza la vista de un modo innecesario, si estás notando que necesitas luz para ver bien de cerca incluso en escenarios bien iluminados, es probable que tu vista esté empezando a empeorar.

Otro de los síntomas que nos podrían indicar que empezamos a tener la vista cansada es el que comúnmente se llama síndrome de los brazos largos. Esto sucede cuando nos empieza a costar enfocar de cerca, sobre todo al leer, y tendemos a alargar los brazos para alejar el objeto de los ojos.

También puede darse el caso de que experimentemos sensaciones como que las letras se amontonan cuando intentamos leer. Esta sensación en la vista es otro claro síntoma de que podemos estar empezando a padecer presbicia, y también es uno de los primeros que aparecen.

Y, aunque no percibamos ninguno de estos claramente, puede que forcemos la vista y los ojos de un modo inconsciente y, tras un tiempo leyendo o mirando cosas de cerca, esto nos provoque fatiga y dolor de cabeza.

Si identificas alguno de estos síntomas contigo, o si crees que tu vista puede empezar a perder facultades, lo mejor es que acudas a una óptica para hacerte unas gafas que puedan corregir esta falta de visión de cerca.

Por supuesto, en Gelovisión tenemos un montón de gafas que se pueden adecuar a tus gustos, y nuestros empleados te asesorarán personalmente para que elijas las monturas y las lentes que mejor se adapten a tus necesidades.

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