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Desde Gelovisión les enviamos un caluroso saludo y les animamos a permanecer en casa. Juntos venceremos este reto de nuestro tiempo.

¿Qué significa ser emétrope? ¿Puedo llevar gafas si lo soy?

Antes de seguir, nos gustaría definir esa palabra que de seguro ha fruncido más de un ceño en su lectura. Un emétrope es una persona que tiene una visión sin defectos ni anomalías, o dicho de otra forma, no necesita gafas para corregir o mejorar su vista.

Quizás por la evolución de los mercados; quizás por el devenir de la moda o simplemente quizás porque al fin el mundo entendió los tintes sensuales y exóticos que proporcionamos a nuestra imagen al llevar gafas. No sabemos cuándo empezó a suceder, pero de repente empezamos a ver cómo personas que nunca habían llevado gafas, comenzaban a llevarlas y que poco a poco, empezaron a declarar que las gafas que estos llevaban, o no tenían cristales o estos no estaban graduados.

Hoy en día estamos más que acostumbrados a ver como lo que en un día fue una prótesis visual, se ha convertido en un complemento de moda. Algo que denota como la sociedad poco a poco sigue evolucionando y normalizando esas cosas que siempre lo han sido.

Por tanto, no lo pienses más. Si siempre has querido llevar gafas o te has enamorado de unas monturas tan solo verlas y las quieres para ti aunque seas una persona perfectamente emétrope, hazte un favor: Pruébatelas, disfrútalas, diviértete y piensa que esos tiempos de «Manolito gafotas» han pasado a mejor vida.

Desde el día que aparecieron hasta la actualidad el uso de los auriculares está muy extendido, debido a su comodidad y a la independencia auditiva que nos proporciona. 

Como cualquier invento, la falta de conocimiento en lo que respecta a su uso, ha ocasionado problemas secundarios. En el caso de los auricular es, su mal uso puede generar daños en el oído y por tanto pérdida auditiva. Afortunadamente, en la actualidad, existen varias recomendaciones para su correcto uso y por tanto, perjudicar en menor medida la salud auditiva.

LOS ESTUDIOS LO DEMUESTRAN

Un estudio de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL) refleja que jóvenes entre 12 y 35 años hacen un uso prolongado de las nuevas tecnologías. Hace unos años, la media de edad en el  desarrollo de pérdida auditiva estaba en torno a los 60 años. Hoy en día, esa media ha bajado a los 40 años, debido al uso inapropiado y a otros factores como la contaminación acústica.

¿CÓMO SABER SI LOS UTILIZAMOS CORRECTAMENTE?

El punto de partida es su principal uso: escuchar música. Esta práctica ayuda en la producción, ya sea haciendo ejercicio, estudiando,  trabajando, etc.… Pero el correcto volumen juega un papel importante y crucial.

La norma de la UE establece un máximo permitido de 85 decibelios, siendo una intensidad bastante importante, ya que una media de ruido oscila entre 50 – 60 decibelios. El uso constante puede acabar dañando nuestro sistema auditivo.

Independientemente de la norma, sabemos que es imposible mantener esos márgenes dependiendo de tu posición, por ejemplo cuando vamos a un concierto y nos encontramos  al lado de un altavoz el sonido suele oscilar entre los 110 – 120 dB, diríamos que comparado con los valores establecidos la intensidad es demasiada alta,  pudiendo  llegar a crear traumas acústicos e incluso vértigos o mareos.

En el caso concreto de los auriculares todo dependerá del diseño de los mismos, puesto que si los auriculares tienen un diseño intracanal ejercen mayor presión sonora en el oído, por tanto son más perjudiciales. Este tipo de auriculares afectan a la cóclea donde se encuentran las células ciliadas y la parte del oído interno que es dónde se recibe el sonido. En cambio, los auriculares que se colocan por fuera del oído dispersan el sonido y son los más aconsejables.

NUEVA GENERACIÓN

Los expertos han denominado a esta nueva generación: “generación sorda o MP3”.

En la actualidad, todos alguna vez  nos hemos encontrado en esta situación: hemos tenido la necesidad de elevar el volumen, esto es debido a la pérdida de capacidad auditiva.

CONSEJOS 

• La OMS, en contra de la norma UE, recomiendo no escuchar música a más de 65 dB. Sin embargo el uso habitual es de 85 o 90 dB.
• “Regla de los 60”: no escuchar música a más de 60dB durante más de 60 minutos. Si no se puede evitar es recomendable descansar al menos media hora para atenuar la fatiga y presión auditiva.
• Usar auriculares intercanal que se coloquen por fuera del oído.
• Si asistimos a un lugar donde no depende de nosotros regular los decibelios, el uso de un algodón en el canal auditivo a modo de “tapón” nos protegerá y frenará el impacto.

CURIOSIDADES

Si por curiosidad, queremos medir los decibelios de dónde nos encontramos, hay aplicaciones móviles tanto para Android como iPhone que te permiten saberlo y por tanto, cuidar de tu salud auditiva.