Astigmatismo: qué es, cómo se detecta y por qué es más común de lo que crees

El astigmatismo es uno de los problemas visuales más comunes en el mundo, pero sigue siendo uno de los menos comprendidos. Muchas personas lo asocian simplemente con ver borroso, cuando en realidad sus efectos pueden ir mucho más allá. Este defecto de refracción afecta tanto a adultos como a niños, y su origen se encuentra en una irregularidad en la curvatura de la córnea o del cristalino. Esa ligera deformación impide que los rayos de luz se enfoquen de manera uniforme en la retina, provocando una visión distorsionada o desenfocada. En Gelovisión, tu óptica en Toledo, te explicamos de forma sencilla qué es el astigmatismo y por qué es importante detectarlo a tiempo.

No ves borroso, ves “deformado”

Una de las curiosidades más interesantes del astigmatismo es que las personas que lo padecen no solo ven borroso, sino que pueden percibir las líneas rectas como onduladas, inclinadas o distorsionadas. Esto ocurre porque la superficie de la córnea no es perfectamente redonda, sino más bien ovalada, como un balón de rugby. Esa forma irregular provoca que la luz se enfoque en varios puntos diferentes en lugar de uno solo, generando una imagen “doble” o con deformaciones. En la vida diaria, esto puede traducirse en dificultades para leer, conducir o enfocar objetos a distintas distancias, especialmente en entornos con poca luz o al final del día, cuando los ojos están más cansados.

Puede venir acompañado de miopía o hipermetropía

El astigmatismo rara vez aparece de forma aislada. Es habitual que se combine con otros defectos de refracción, como la miopía (dificultad para ver de lejos) o la hipermetropía (dificultad para ver de cerca). Cuando esto ocurre, se habla de astigmatismo miópico o hipermetrópico. En estos casos, la visión puede resultar todavía más compleja, ya que el ojo debe hacer un esfuerzo adicional para enfocar correctamente a diferentes distancias. Una revisión visual completa permite identificar con precisión la combinación de graduaciones y adaptar las lentes a las necesidades de cada persona.

También los niños lo pueden tener sin saberlo

El astigmatismo no es exclusivo de los adultos: muchos niños nacen con un grado leve que puede pasar desapercibido durante años si no se realizan controles visuales periódicos. En los más pequeños, este defecto puede manifestarse a través de síntomas sutiles, como acercarse demasiado a los libros o a la pantalla, entrecerrar los ojos, mostrar cansancio al leer o tener un rendimiento escolar más bajo del esperado. La detección temprana es fundamental, ya que corregir el astigmatismo desde edades tempranas mejora significativamente el aprendizaje, la atención y el bienestar general. En Gelovisión realizamos revisiones visuales infantiles en Toledo con equipos adaptados y un enfoque cercano para que los niños se sientan cómodos durante la exploración.

El astigmatismo puede cambiar con el tiempo

Otra característica importante del astigmatismo es que no siempre se mantiene estable. En algunas personas, la graduación puede variar con los años debido a factores genéticos, cambios hormonales o alteraciones en la estructura corneal. También puede verse afectado por enfermedades oculares o por hábitos visuales poco saludables, como el abuso de pantallas o la falta de descanso ocular. Por eso, es recomendable realizar una revisión visual anual, especialmente si ya se ha diagnosticado algún grado de astigmatismo. Un seguimiento profesional permite ajustar la graduación y garantizar una visión nítida y cómoda en todo momento.

No solo se corrige con gafas

La buena noticia es que el astigmatismo tiene varias opciones de corrección. Las más comunes son las gafas y lentes de contacto tóricas, diseñadas para compensar la curvatura irregular de la córnea y ofrecer una visión más precisa. Sin embargo, también existen tratamientos quirúrgicos, como la cirugía láser refractiva (LASIK o PRK), que pueden corregir el astigmatismo de forma definitiva en pacientes seleccionados. No obstante, no todas las personas son candidatas para este tipo de procedimientos: factores como la edad, el grosor corneal o la estabilidad de la graduación deben evaluarse previamente por un profesional óptico-optometrista u oftalmólogo.

Una condición común que puede controlarse fácilmente

El astigmatismo es un defecto visual muy frecuente y, aunque puede sonar complejo, su manejo es sencillo con el diagnóstico adecuado. Con el uso correcto de gafas, lentillas o tratamientos especializados, el impacto del astigmatismo en la vida diaria es mínimo. Entender sus causas, reconocer sus síntomas y realizar revisiones periódicas son pasos fundamentales para mantener una buena salud visual. Si sospechas que puedes tener astigmatismo o notas cambios en tu visión, no lo dejes pasar. Acudir a un profesional de la visión en Toledo es el primer paso hacia una mejor calidad visual y una vida más cómoda.

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