Una de las alarmas sociales que más se está extendiendo en los últimos años nos dice que la luz azul que emiten las pantallas de los aparatos electrónicos puede ser dañina para nuestros ojos. Si esto es verdad ¿qué podemos hacer? vivimos rodeados de esta tecnología. Mires donde mires siempre verás una pantalla. Ya sean grandes o pequeñas, nuestra vida gira entorno a pantallas a las que tenemos que mirar generalmente durante horas cada día ¿quiere decir esto que nuestros ojos corren peligro?
Afortunadamente, como siempre suele pasar en este tipo de temas tan virales, la realidad es que no hay blanco ni negro.
¿Qué es la luz azul?
La luz azul es parte de la luz visible, la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir. La emiten fuentes naturales como el sol y, también, fuentes artificiales, como los dispositivos electrónicos.
La luz visible está compuesta por rayos de diferentes colores, el azul entre ellos. La longitud de onda de cada uno de los rayos que componen el espectro visible es diferente, siendo la de los infrarrojos más larga y la de los ultravioletas, más corta. La luz al entrar en contacto con objetos rebota, y al entrar en contacto con nuestros ojos produce nuestra visión. Por tanto nuestros ojos están recibiendo luz constantemente.
Cuando la luz visible atraviesa un prisma se descompone, mostrando los diferentes rayos de los que está compuesta. Los arcoíris son un ejemplo de refracción del espectro visible.
La luz azul es considerada como altamente energética y algunos estudios aseguran que puede ser dañina para el ojo produciendo fatiga visual, sensación de hormigueo y migraña. Además, podría ser un factor de riesgo de enfermedades de retina como la DMAE (enfermedad degenerativa de la zona central de la retina, o mácula). Pero todo depende del tiempo de exposición a las pantallas y de otros factores.
¿Cuánto tiempo permanecemos delante de una pantalla?
Muchos estudios demuestran que lo dañino no es la luz azul en sí misma, sino que nuestras rutinas y costumbres hacen que podamos sufrir algunas dolencias derivadas de la actividad de mirar pantallas. Quitando el factor de luz azul, la verdad es que mirar a cualquier objeto, con una frecuencia de parpadeo baja , recibiendo constantemente radiación lumínica y esto además mantenido durante varias horas pueden producir efectos como:
- Dolores de cabeza.
- Insomnio.
- Fatiga visual.
- Estrés visual.
- Ojos rojos e irritados.
¿Realmente el problema reside en la luz azul?
La Sociedad Española de Oftalmología basada en artículos como el escrito por la Dra. Celia Vimont y revisado por el Dr. Rahul Khurana titulado ¿Debe de preocuparnos el uso de la luz azul? Expone lo siguiente:
«Las molestias que algunos experimentan después de estar mirando demasiado tiempo las pantallas se deben probablemente al cansancio ocular digital. Casi todos parpadeamos menos cuando estamos viendo las pantallas, produciendo cansancio y sequedad de los ojos, dice el Dr. Khurana, portavoz de la Academia Americana de Oftalmología.
Aunque es frecuente que la luz azul se asocie con los ordenadores y los teléfonos, la mayor fuente de luz azul es la luz solar. Otras fuentes incluyen las lámparas de luz fluorescente y las lámaparas LED. La exposición a la luz azul proveniente de las pantallas es mucho menor que la cantidad de luz azul proveniente del sol a la que estamos expuestos. Además, no es más dañina que la luz azul solar, sostiene el Dr. Khurana.»
Dicho esto, como vemos, la luz azul no es tan dañina como nos han contado, pero el problema del cansancio ocular digital está ahí y es real por tanto, si desea utilizar lentillas o cristales que incorporan filtros para este tipo de luz y alguna vez ha experimentado los síntomas antes señalados, no dude en probarlos. Seguramente mejore su vida diaria.